En esta obra poética, Miguel dialoga no sólo con las autores y los autores que admira, sino también con él mismo, y así inventa el tiempo, lo extiende y lo detiene, y todo para el disfrute y arrebato del lector: Miguel sueña y el lector despierta, Miguel pregunta y el lector responde, Miguel erra y el lector se encuentra.
Cada uno de los poemas de este libro están aquí para ser leídos y compartidos. Sus versos nos invitan a escuchar el mar, a cambiar de piel, a enamorarnos y desenamorarnos, a imaginar y a soñar. Hagamos de cada una de las palabras de este libro nuestra breve tragedia.