Toda antología es el mapa de un espacio más o menos desconocido. Fiel a ese principio, este volumen de poesía rusa en lengua castellana, en selección y traducción de Indira Díaz, nos guía por el basto territorio a lo largo de la segunda mitad del sigloo XX y de los primeros años del siglo XXI. Como todo mapa, éste abre ante nosotros un sinfin de mundos - no menos de cincuenta que es el número de poetas recogidos - y corresponderá posteriormente al lector adentrarse por cuenta propia en esos mundos o en aquellos otros de los que más o menos indirectamente nos abra las puertas. Cincuenta voces que nos remiten, por ausencia o por presencia, a otros puntos de otros mapas del mismo territorio, mapas temporales (como no sentirnos tentados a buscar, para encontrar o no, los ecos de una Brodsky, una Ajmátova, un Mandelshtam, una Tsvataieva, un Evtushenko, etc., por no remitirnos más a trás), mapas espaciales (no en vano los poetas presentados proceden de los más diversos rincones de la geografía rusa) o mapas de lecturas (¿habrá ecos de tradiciones literarias ajenas a la rusa?, qué cadencia tendrán?). Tantas y tantas respuestas en estas páginas.